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El desarrollo no puede ser a costa del patrimonio natural.

María José Lussich, integrante de la Comisión en Defensa del Arroyo El Potrero, expresó que el desarrollo no debería centrarse en proyectos inmobiliarios que desconocen el patrimonio natural de la zona. Para Lussich, el crecimiento económico debe ir de la mano con la preservación de los recursos para la vida.

El arroyo El Potrero y sus humedales, en la zona de Ocean Park, son el centro de un conflicto que moviliza a la comunidad de Maldonado. La construcción de un barrio privado de 15 hectáreas en la desembocadura del arroyo, frente al aeropuerto de la Laguna del Sauce, ha generado la preocupación y la acción de vecinos que denuncian irregularidades y la amenaza a un espacio natural de gran valor. Para entender la situación, conversamos con María José Lussich, integrante de la Comisión en Defensa del Arroyo El Potrero y Humedales.


El inicio de la movilización

La situación se hizo pública en febrero de 2024, cuando la instalación de una empalizada «irregular» a orillas del arroyo alertó a los vecinos. Según Lussich, la valla, con cero por ciento de transparencia y una altura superior a lo permitido, impedía el acceso a una zona pública. La empalizada fue vista como «una invasión o un atropello a los derechos de la ciudadanía» sobre un bien público, amparado por el Código de Aguas y el Código Civil.

Arroyo navegable y la cuenca de la Laguna del Sauce

Uno de los puntos clave del conflicto es la declaración de «no navegable» del arroyo El Potrero, solicitada en 2014 por el grupo inversionista del proyecto. La Comisión de vecinos busca revertir esta acción, que consideran «inconstitucional», para que el arroyo recupere su estatus de navegable. El arroyo El Potrero está vinculado a la Laguna del Sauce, que provee agua potable a gran parte de Maldonado, y su desembocadura en el Río de la Plata está regulada por OSE a través de una represa.

La comisión también está trabajando para que el arroyo y sus humedales sean formalmente reconocidos dentro de la cuenca de la Laguna del Sauce. Lussich explicó que esta inclusión permitiría que el arroyo quede regulado, algo que hoy no sucede. Con el apoyo de académicos y técnicos, los vecinos argumentan que la inclusión del arroyo a la cuenca es un «mero acto administrativo». La comisión ya forma parte del órgano que regula la cuenca, pero aún requiere la aprobación de la Junta Departamental para el reconocimiento formal del arroyo.

Acciones y denuncias

La Comisión de vecinos ha presentado escritos y ha mantenido reuniones con la Intendencia de Maldonado y el Ministerio de Ambiente.

Las denuncias se enfocan en:

  • La tala de monte nativo: Un escrito presentado a la Intendencia exige que se cumplan las normas de tala, que ha afectado al arroyo
  • La empalizada: Se exige su retirada, ya que es «absolutamente irregular».
  • Las excepciones a las normas: Se cuestionan las excepciones de la Junta Departamental al Plan de Ordenamiento Territorial de la Zona, que afectan la dimensión de los padrones y la altura de las construcciones
  • Irregularidades en la obra: El Ministerio de Ambiente catalogó el proyecto en categoría B, lo que requiere un estudio de impacto ambiental que no se presentó. A pesar de que la construcción está detenida por el Ministerio, los vecinos han registrado y denunciado movimientos de maquinaria y acopio de material en la zona

Lussich enfatizó que el problema no se resuelve con multas, ya que el daño ambiental es irreversible y el incumplimiento de las normas es una cuestión de ilegalidad.

Preocupaciones por el impacto ambiental

Las proyecciones del barrio privado, con sus 4.000 plazas, representan una «sobrecarga de densidad de población» que afectaría la vida de la fauna y flora del arroyo y sus humedales. Lussich mencionó la importancia de la zona para las aves migratorias, cuya alimentación y migraciones se verían afectadas. La comisión considera que el proyecto solo ve el «recurso inmobiliario», ignorando la riqueza del patrimonio natural del territorio

En su cierre, Lussich reiteró que la comisión no está en contra del proyecto en sí, sino que exige que se cumpla la normativa vigente. La meta es que el proyecto se desarrolle «dentro de un marco legal» y con las «cosas bien hechas», sin desconocer el valor ecológico, cultural y antropológico de la zona.

Más Info


Instagram de la Comisión en Defensa del Arroyo El Potrero y Humedales.
https://www.instagram.com/reservahumedales_arroyopotrero/

Manejo Costero Integrado de la Cuenca Baja del Arroyo del Potrero:

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